domingo, 18 de noviembre de 2012

ROSAS BLANCAS EN EL PUERTO

A mi tío Paco, que nos ha dejado hoy solos y grises ...

Lloraba el cielo

el día en que te fuiste,

mientras el triste mar

ahogaba tu secreto.

 
Cuántas veces pediste a gritos

cambiar tu cuerpo por el suyo…

Cuántas veces lloraste a voces

rompiendo el silencio.

 
Fuiste capaz de soportar

tempestades de levante

que no te pudieron arrancar

de aquel inseguro puerto;

Fuiste capaz de desafiar

furiosas olas gigantes

que nunca pudieron ahogar

aquel dolor de tristeza y lamento…

Pero nunca, nunca pudiste superar

aquella puñalada de la vida,

aquella garra injusta y homicida

que segó la vida de tu hijo

dejándote a ti medio muerto.

Nunca fuiste el mismo,

no volvió tu sonrisa

ni tu mirada a la mía.

 
Hoy lloro tu partida

pero sé que estás donde quieres

con quien siempre quisiste

compartir tu vida.

 
Despido a un buen hombre,

a un hombre “bueno”

que dejó tras sus huellas

un inabarcable hueco

en el corazón de tu familia

y en el cariño de su pueblo.

 
Descansa tito;

hoy desgarras mi universo

pero aprendo de tu vida

y me aferro a tu recuerdo.

Le contaré a mi hijo

que moriste ya de viejo

y que sembraste en el camino

rosas blancas en el puerto.

 

2 comentarios:

  1. Hola, Mar: Precioso homenaje a tu tío Paco, sin duda alguna un gran hombre. En tus versos desvela la pesada cruz que le tocó llevar hasta su muerte. Descanse en paz.

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  2. Bonita poesía, de verdad. Puedo ponerla en un grupo de poesía que tenemos en facebook, diciendo que es tuya... por supuesto ???

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