Llenó el baño con agua tibia, lo roció con esencias de canela y jazmín, cubrió su cuerpo de espuma y sumergió su miedo en el agua.
Se reclinó a esperar…. a esperar…. a esperar.
Allí estaba, derramándose en hilos de sangre, de amor vertido en rojas gotas de pasión estéril.
Se desangraba lentamente, en dulce muerte de tránsito al sueño, de abandono, de debilidad… de muerte al fin y al cabo.
Soñó con una bañera teñida de sangre, donde ahogar sus penas, sumergir sus tristezas, sus problemas, sus miserias… allí en el frío mármol, en la mojada piel de aquella diosa de ojos verdes, dos profundos cortes manaban hilos acompasados de vida que huían de su cuerpo, lentamente, acompasadamente, con la indolencia que da el saber que todo está perdido, que nada tiene sentido.
Ella soñó en sueños, su sangre roja, bañándola. Quería savia nueva, sangre limpia, purificada, no viciada por el hastío, la rutina, la costumbre, la desesperación, la angustia.
La sangre de la diosa, se vertió en vano… los sueños no mejoran las almas de los animales heridos.
GUAU!! es fuerte Mª del Mar. Me ha gustado mucho, se te da realmente bien, se nota el toque poético en el relato. Podrías reescribirlo en forma de poema...sería interesante ver el contraste y el enfoque diferente de una misma idea... Deberías escribir más relatos. ENHORABUENA!! Un saludo!!
ResponderEliminarSoy Álvaro Calvete Aguilar