Penélope teje y desteje
retales de vida:
hilo verde de esperanza,
hilo blanco de alegría,
hilo negro de muerte,
hilo marrón de agonía:
lo que de día bordan sus dedos
lo deshace la noche sombría.
Mientras teje entre miedos
sueñan sus manos vacías,
y su alma cansada de días
encuentra designios funestos.
Su Ulises amado
no regresa a Ítaca perdida,
pues cargando el dolor de su padre
tiene la fe derretida
y temiéndole al pasado
desanda pasos y mentiras.
Y en el taller de su vida
muy pocas manos amigas:
solo una nocturna voz
que le anima en su dolor
porque en sus llantos frustrados
no hay un futuro mejor.
la de los azules ojos tristes,
huyendo de la flecha certera
pues entre alfileres y alpistes
no encuentra su quimera.
que el amanecer de este poema
te traerá de vuelta a Ulises
para alegrar tu primavera.
Hola!! Soy una de las alumnas del Torre Almirante que participó en el proyecto Arce. Me encantan tus poemas, pero este me ha parecido genial porque adoro la mitología griega :)
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